Creo que una de las tareas más complicadas para los
docentes, es evaluar a sus alumnos. Prepararles un examen, observarlos
diariamente, por evaluaciones, etc…es una tarea constante.
Creo que no podemos fijarnos sólo en los exámenes que se
hacen al terminar una unidad, o al acabar la evaluación; debemos tomar nota de
lo que hacen día a día, para ir viendo su progreso, para ver cómo van
adquiriendo los conocimientos, y en qué podemos echarles una mano. Cada uno de
los alumnos tienen unas necesidades distintas, y es difícil evaluarlos a todos
de la misma manera, y además siendo objetivos.
Es muy complicado
encontrar la mejor manera de evaluar. Por eso, la mejor opción que tenemos, es
ir sumando de aquí y de allá, es decir, con las notas diarias, con las notas de
los exámenes, viendo su evolución y progresión, con los ejercicios para casa,
las actividades en clase, etc. No queremos que nuestros alumnos suspendan, no
queremos que se agobien con nuestra asignatura, por lo tanto debemos ayudarles
y reforzarles donde más lo necesiten. Por eso no debemos evaluar solo una nota
numérica, debemos tener en cuenta sus actitudes y esfuerzos, quién va mejorando
y quién no lo hace, quién necesita más apoyo y quien menos.
No debemos actuar
como jueces, sino como un apoyo para ellos. Por eso hay muchos factores a tener
en cuenta para evaluar a un alumno, ya que nuestro suspenso o aprobado podría
marcar la vida escolar de un estudiante. Tenemos que valorarlos y tener buenas
expectativas hacia ellos, motivarlos y hacer que se diviertan.
En concreto el inglés, no es una asignatura del agrado de
muchos estudiantes (o eso creo), por lo tanto tenemos que luchar contra eso,
tenemos que hacer que sea más fácil para ellos; pero claro está que necesitamos
una nota, necesitamos algo para decidir si progresan en su aprendizaje o no. No
creo que los exámenes “tradicionales” que la mayoría hemos tenido en inglés
sean los más adecuados. Por ejemplo, creo que un examen oral no es ir a hablar
a la mesa del profesor, una buena opción sería hacer grupos de chavales, y
darles tema de conversación, relacionado con la unidad didáctica, con la
gramática y el vocabulario, e ir escuchándolos a todos “ a la vez”. De esta
forma nos evaluaron en la Universidad de Liverpool, pero creo que podría ser
una buena opción aplicarlo a la secundaria.
Es más importante, las actitudes de los chavales hacia la
asignatura, hacia ti, que la nota numérica en un examen.