De esta clase me quedo con dos frases:
“La calidad de un
sistema educativo nunca estará por encima de la calidad de sus docentes”
Creo que es bastante importante resaltar que no todo el
mundo es capaz ni quiere ser profesor. Creo que se necesitan ganas y mucho
esfuerzo, además de vocación. También hay docentes con muchísima vocación, pero
que en cambio no saben transmitir esas ganas y entusiasmo por enseñar y
aprender. Además, una vez que un estudiante de “X”, hace el máster, oposiciones,
etc (en el caso de España) y llega a ser profesor, no debe dejar de formarse,
ya que esto es un proceso de formación permanente. Por eso nos tenemos que ir
adaptando; ya que los alumnos de hoy en día no son los mismos que los de hace
10 años, ni tienen las mismas necesidades.
Ahora mismo tengo muchas ganas de trabajar, de esforzarme,
de seguir formándome en muchos campos de la educación y del inglés, y a la vez
ganas de trasmitir todo lo que pueda, apoyando y motivando a los alumnos.
Espero que dentro de unos años estas ganas de trabajar no desaparezcan, porque
trabajamos con personas; personas que dependen de nosotr@s, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Yo
recuerdo a mis profesores/as, tanto del cole como de instituto, que le ponían empeño,
entusiasmo y que todo lo que hacían por satisfacción y motivación para ellos
mismo. Intentare verme reflejada en esas personas que “han elegido esta
profesión que les apasiona, y por lo tanto nunca van a trabajar. “
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